Es que sus poemas no se pierdan en el olvido, escribir nuevos versos en la piel de su amada, no solamente que sus palabras lloren en un papel, si no que el amor con su cabello castallo seque sus lagrimas, lo cual nadie conoce, envolverla en paños rojos ya azules su cuerpo desnudo, que espera ser tocado por primera vez, besar esos labios que emanan miel solo para mi, embriagarme en pasión entre vinos de una villa fresca, contemplando lo hermosa que eres, dejando a lado a la soledad, para compartir las noches contigo, decirle al miedo que se valla porque te tengo a ti mujer de hierro de la rosa azul
Oler ese perfume único que tu solo emanas, saber que eres mía entregarnos en un mismo sentir, cuando me sienta mal solo te buscare, y al verte pintaras una sonrisa de color en mi rostro, teniendo una eterna inspiración para un nuevo poemario, tú la musa perfecta que los dioses del Olimpo me regalaron, mí rosa azul delicada y tan bella, la que debo cuidar, conocer...estos versos son para ti donde que quieras que estés princesa perdía, errante como yo buscando a quien entregar su alma y quien entregarle lo único y preciado que tienes... el corazón
Autor Intelectual: Julio Cesar Pizarro Irala
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